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¿Como evitar intoxicaciones alimentarias?

En verano son muy frecuentes las enfermedades de transmisión alimentaria, que son aquellas que se producen al comer alimentos contaminados con microorganismos patógenos (infecciones alimentarias, salmonelosis) o sus toxinas (intoxicaciones alimentarias, anisakiasis, botulismo, gastroenteritis por Enterotoxina Estafilocócica).

Las intoxicaciones se dan en alimentos que se han manipulado y/o conservado de forma incorrecta. Son más frecuentes en verano debido a las altas temperaturas que favorecen el desarrollo de los microorganismos en los alimentos.

Los síntomas aparecen entre 1 y 6 horas después de tomar el alimento o el agua contaminada. Los síntomas son náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y dolor de estómago y normalmente desaparecen en 12 horas. Habría que acudir al médico si los síntomas duran más de 12 horas, si son graves o si el afectado es un niño, persona mayor o un paciente con otras enfermedades.

Para evitarlo puedes seguir estos consejos:

1.- Consumir alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente:

no se debe consumir leche sin tratamiento térmico (pasteurización, uperización, etc.)

las carnes, pescados y productos de repostería deben estar refrigerados o congelados

se deben lavar, previo a su consumo, las frutas y hortalizas que se vayan a consumir crudas

en los establecimientos de restauración es obligatorio el empleo de ovoproductos en la elaboración de mayonesas, salsas, cremas, etc. Si se preparan estos alimentos en casa, deberán ser consumidos inmediatamente, no aprovechar las sobras y mantener en frío.

si se tienen que lavar los huevos porque tienen suciedad, se debe hacer inmediatamente antes de su uso

2.- Cocinar correctamente los alimentos: la temperatura a la que debe someterse el alimento debe ser suficiente para que alcance un mínimo de 70ºC en el centro del producto. Las sopas y los guisos deben alcanzar la ebullición.

3.- Consumir los alimentos inmediatamente después de ser cocinados. No se debe dejar nunca los alimentos cocinados a temperatura ambiente.

4.- Conservar adecuadamente los alimentos ya cocinados: los alimentos que no puedan ser consumidos inmediatamente, o las sobras, deben mantenerse bajo la acción del calor, por encima de 60ºC, o del frío, a 7ºC como máximo (preferiblemente por debajo de 5ºC). Mantenerlos siempre separados de los alimentos crudos.

5.- Calentar suficientemente los alimentos cocinados: no siempre es posible aprovechar sobras de una comida anterior, pero si se decide hacerlo, se deben calentar dichas sobras a temperatura máxima antes de su consumo.

6.- Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los ya cocinados: un alimento correctamente cocinado puede volver a contaminarse por contacto con los alimentos crudos o con objetos (cuchillos, tablas, superficies, trapos, etc.) que anteriormente hayan contactado con un alimento crudo. El trapo de cocina o la bayeta puede ser un excelente vehículo de contaminación, es preferible usar papel de cocina.

7.- Respetar las fechas de caducidad.

8.- Mantener una correcta higiene de la persona que va a manipular los alimentos y una limpieza adecuada de todas las superficies de la cocina: es imprescindible que la persona que vaya a manipular los alimentos tenga las manos siempre limpias. Así mismo, es muy importante hacer la limpieza de la cocina diariamente, como mínimo. Tener especial cuidado al almacenar la basura, usar recipientes lisos, lavables y cerrados, y que no se encuentren cerca de los alimentos.

9.- Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía: proteger adecuadamente los alimentos usando recipientes cerrados.

10.- Utilizar agua potable no sólo para beber, también para cocinar. No se debe beber ni usar agua procedente de pozos que no esté potabilizada.

11.- No consumir alimentos perecederos que estén expuestos a temperatura ambiente: en bares, cafeterías, etc., los alimentos deben estar protegidos en vitrinas y conservados en condiciones adecuadas, siempre que sea preciso deben estar refrigerados.

12.- No interrumpir la cadena de frío.

13.- No descongelar los alimentos a temperatura ambiente, sino en la parte baja del frigorífico.

Teniendo en cuenta estas medidas básicas conseguiremos disfrutar de alimentos seguros y nuestro verano no tendrá ningún imprevisto.

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